Características Fisiológicas, Podológicas y Somatométricas del jugador de baloncesto
Domingo J. Ramos1 | Jacobo A. Rubio1 | Fernando Martínez1 | Paula Esteban1 | José F. Jiménez1,2
1 Laboratorio de Rendimiento y Readaptación Deportiva. Facultad de Ciencias del Deporte. Universidad de Castilla la Mancha Toledo. España. 2 Servicios Médicos del Club Baloncesto Fuenlabrada
Año Publicación: 2008
Introducción
El rendimiento físico óptimo depende de muchos factores como son la carga genética, el estado de salud, la alimentación, el entorno y la calidad y cantidad de entrenamiento. Además influyen otros elementos como la conducta profesional, la incidencia de lesiones y el tratamiento y prevención de las mismas, así como el conocimiento de los rivales. Por ello, la adquisición del alto rendimiento deportivo en un deportista es una tarea complicad.
El número de estudios que la literatura dedica a las pruebas de aptitud en deportes de equipo es considerablemente menor que los realizados para los de- portes individuales como el ciclismo o la natación. El rendimiento en deportes de equipo depende en mayor medida de un compendio de cualidades, como la morfología del jugador, las condiciones físicas y psicológicas y los aspectos técnicos y tácticos específicos de cada deporte, por lo que los deportes de conjunto como el baloncesto, presentan una serie de dificultades en su análisis debido a su nivel de exigencia física, técnica y táctica. Esto se debe a una serie de razones. El baloncesto es un deporte poco conocido fisiológicamente, donde el rendimiento final del juego depende directamente de un elevado número de variables con diferente orientación. Además existen una serie de aspectos prioritarios en la resolución de la competición de carácter técnico-táctico, y se encuentran diferencias significativas en las acciones realizadas en las distintas posiciones de juego.
Este deporte sufrió un cambio radical en Mayo del año 2000 con la modificación del reglamento en la reducción del tiempo de ataque de 30 a 24 s y el tiempo para traspasar la línea de medio campo de 10 a 8 s, sin olvidar la subdivisión del partido en cuartos de 10 min en lugar de dos mitades de 20 min. Por lo tanto, metabólicamente, estos cambios han modificado las demandas físicas y tácticas del juego aumentando significativamente los esfuerzos cardiacos a alta intensidad durante la competición.
Es frecuente encontrar referencias en la literatura que destacan la importancia del metabolismo aeróbico en baloncesto, dato fundamentado en el hecho de que los partidos de baloncesto duran 40 minutos, y además en ellos se combinan acciones físicas propias del metabolismo aeróbico como del anaeróbico. Sin embargo, en el baloncesto actual los partidos se juegan a una intensidad mayor a la de hace una década. De hecho, el lactato sanguíneo muestra que existe una implicación del metabolismo anaeróbico al final de cada cuarto. Por lo tanto estos movimientos intermitentes inciden en el metabolismo aeróbico y anaeróbico. En definitiva, estos cambios reglamentarios han contribuido al incremento del nivel de condición física de los jugadores.
El indicador de la cualidad aeróbica es el VO que es la cantidad de energía que el sujeto puede obtener a través del metabolismo aeróbico. Existe una correlación entre el rendimiento deportivo y los valores de consumo de oxígeno en jugadores de baloncesto, ya que este factor es determinante para ejercicios intermitentes a alta intensidad. Por ello, la posible mejora del perfil aeróbico del jugador se ha considerado como trascendente ya que permitirá un retraso en la aparición de la fatiga, una mejor recuperación de los esfuerzos anaeróbicos, una mayor asimilación de los entrenamientos y el mantenimiento de una mejor eficiencia técnica durante un periodo mayor de tiempo.